Juega con tu niño frente al espejo.
Hagan caras y muevan sus cuerpos de formas distintas. Escóndanse del espejo y traten de espiarse en él. Párense en distintos lugares en la habitación y mira si puedes ver a tu hijo sin que él te vea a ti y viceversa. Luego vayan a buscar otras superficies en casa que hagan reflejos.
Prueben con puertas, mesas, las ventanas (con sol y con sombra), y cualquier cosa brillante, como utensilios de cocina o incluso cucharas. Vean cuántos lugares encuentran que los reflejen.
¿Qué tienen de diferente estos reflejos de los que hay en el espejo?
Para ampliar esta actividad, dale materiales para dibujar a tu niño e invítalo a que haga un auto-retrato de su reflejo.