Explorar distintas formas de medir distancias, especialmente usando el propio cuerpo, es fascinante para los niños.
Cuando estén fuera, haz que tu niña escoja un lugar interesante (¡no muy lejos!) y cuenten en voz alta cuántos pasos dio para llegar allí. Luego, imaginen cuántos pasos de adulto se necesitan.
Pregunta a tu niña: ¿Crees que será el mismo número si haces pasos de gigante? ¿Y si haces pasitos de bebé? Invítala a probar y ver. Hablen sobre lo que descubrieron.
Si te sientes muy aventurero, y tienes un grupo de niños, intenta medir distancias en niños. ¡Primero asegúrate de que es un día cálido! Luego, elige un lugar y haz que los niños se acuesten uniendo cabezas y pies, hasta alcanzarlo. ¿cuántos niños necesitas? Elige otros puntos e inténtalo de nuevo.
¿Tienen alguna idea sobre por qué algunas distancias necesitan más niños y otras necesitan menos?