Explorar el mundo con una lupa es emocionante porque todo se ve mucho más grande, hace visible lo que antes no habías visto. Si tienes una lupa, invita a tu niño a usarla para ver objetos familiares tanto dentro como fuera de casa. Los objetos naturales – como hojas, hierba, piedras y pequeñas criaturas – funcionan muy bien. Hablen sobre lo grandes que se ven las cosas. ¿Qué ves que antes no podías ver? Dale papel y creyones y haz que tu niño dibuje esos “detalles”.
Si no tienes una lupa, trata de usar un vaso transparente de vidrio o una jarra. Sostenlo encima de un objeto y haz que tu niño mire a través de éste. ¿Hace que las cosas se vean más grandes? ¿Qué pasa cuando miras a través de un lado del vidrio? ¿las cosas se ven diferentes? Trata de agregar algo de agua a la jarra, ¿ahora qué sucede?