Intenta explorar objetos con tu niña usando solamente el sentido del olfato.
Junta algunos objetos de la casa con olores específicos que tu hija reconozca. Especias (como canela), alimentos para hornear (vainilla y limón) y productos de baño (jabones y champú) funcionan bastante bien y seguro que ya los tienes. O puedes intentar con cosas naturales como flores o agujas de pino.
Dile a tu niña que no haga esto sin tu ayuda. Algunos olores, como el amonio pueden ser peligrosos.
Que tu niña cierre los ojos mientras sostienes los objetos para que los huela. ¿Puedes describir el olor? ¿Te gustan unos olores más que otros? ¿Puedes adivinar qué olor es?
Si ella disfruta esta actividad, haz el juego de los olores. Busca extractos (como almendras y naranja), algodón y contenedores pequeños (frascos de comida para bebé o los de los viejos rollos de fotos). Haz dos muestras de cada olor empapando dos bolas de algodón y poniéndolos en frascos distintos. Una vez que hayas hecho ocho o diez en total (de cuatro a cinco aromas distintos) mueve los contenedores para mezclarlos.
Ahora, pídele a tu niña que trate de juntar los olores idénticos. Cuando ella domine el juego puedes hacer más aromas para hacerlo más difícil. Si pones las tapas a los contenedores, puedes guardarlos y volver a jugar otro día.