Con pequeños vasos de papel y palitos para manualidades puedes hacer tus propios helados. Invita a tu niño a poner unos trozos de fruta como uvas sin semilla o tajadas de banano en un vaso pequeño de papel y llénalo con agua. Fíjate qué pasa con la fruta en el agua; ¿Se hunde hasta el fondo o sube flotando a la superficie? Cúbrelo con papel aluminio y luego clava un palito justo en el medio. Pon los vasos en el congelador. Una vez congelados, quita el papel aluminio y presiona el fondo del vaso. Junto a tu niño examina la fruta congelada dentro. Fíjate en dónde está dentro del vaso. ¿Cuánto tarda en derretirse el hielo y llegar hasta la fruta?
Para que sea más divertido, usa gelatina en lugar de agua. Fíjate en cómo se ven los colores de la fruta dentro de los distintos colores de gelatina. ¿Flotan o se hunden las frutas igual que en el agua?