En el mundo silvestre encuentras patrones en todas partes. A lo largo del tiempo, tu niño será cada vez mejor identificando y creando patrones que van aumentando en complejidad. Invita a tu niño a jugar con patrones usando su propio cuerpo. Empieza el juego eligiendo una secuencia corta de sonidos o movimientos corporales que formen una unidad: por ejemplo un aplauso, luego un pie pisando fuerte, y luego una palmadita en la barriga. Para hacer un patrón, repite esta unidad varias veces, invitando a tu niño a hacerlo contigo. Una vez que entienda como es, sugiere un patrón diferente o invítalo a qué él sugiera uno. ¿Quién puede hacer el patrón más gracioso?