Los niños son coleccionistas naturales. Clasificar y categorizar su colección preferida es una actividad de aprendizaje genial y muy divertida. (Si su niño aún no tiene ninguna colección, anímelo a recoger objetos mientras están fuera recorriendo el mundo. Conchas y rocas son coleccionables que duran y pueden re-organizarse y clasificarse de distintas maneras – por tamaño, por color y textura, solo por nombrar algunas. Si encuentra que los coleccionables no son una opción, los fríjoles secos y semillas del mercado, bloques de construcción y otros juguetes pequeños también pueden funcionar.)
Juntos, observen cada objeto de la colección de cerca y anime a su niño a describir su color, forma, estampado y textura. Intente categorizar según una característica; poniendo todas las conchas suaves juntas, sin importar el color o el tamaño, o todas las conchas azules juntas, sin importar el tamaño o la textura. También puede clasificar cosas pequeñas en cajas de huevos vacías o en moldes de mini tortas. Las cosas más grandes pueden ser clasificadas en contenedores grandes, como cajas de zapatos. Para ampliar la actividad, usted y su niño pueden crear una exposición permanente de la colección, haciendo etiquetas para describir las categorías.